El cambio de escenario continúa hacia Setti Fatma, el último pueblo del valle. La calma aquí es lo opuesto al tumulto de la cercana Marrakech. Encaramado a una altitud de casi 1.500 metros, este pequeño pueblo protegido por el Atlas está bañado por los numerosos arroyos que corren por la montaña. También es y sobre todo el punto de partida de muchas excursiones.